Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística

El Premio Mundial de Poesía Mística fue creado por Fernando Rielo en 1981 con el fin de promover la poesía mística y encontrar y dar a conocer a aquellos poetas que unan una elevada espiritualidad a una auténtica expresión literaria. Cuando esta doble premisa no se cumple, se pretende otorgarlo, antes que declararlo desierto, a verdaderos poetas que, aunque no puedan ser estimados místicos en un sentido estricto, aportan una delicadeza digna de respeto.

Las obras que optan al Premio Mundial de Poesía Mística deben estar escritas en español o inglés o traducidas a uno de estos dos idiomas, ser inéditas y tener una extensión no inferior a los 600 versos ni superior a los 1.300. De convocatoria anual, está dotado con 7.000 euros y la edición de la obra ganadora.

El reconocimiento alcanzado por este Premio ha permitido que la ceremonia de entrega del mismo se haya celebrado en sedes internacionales tan prestigiosas como la ONU en New York, el Senado de Francia y la Unesco en París, el Ayuntamiento de Roma, la Sala Gótica del Ayuntamiento de Colonia, el Museo del Prado, el Ayuntamiento de Madrid, la Sala del Consejo de la Provincia de Bolonia y la Embajada de España ante la Santa Sede.

Premio Internacional Fernando Rielo de Música Sacra

El Premio Internacional de Música Sacra Fernando Rielo lo crea Fernando Rielo, dentro del Aula de Música de nuestra Fundación, como iniciativa que se propone promover la música sacra contemporánea invitando a los compositores a expresar su honda vivencia espiritual o la necesidad de vivir la trascendencia que posee el ser humano. Este lenguaje es expresión manifiesta de la íntima relación del hombre con el Ser Supremo.

Así lo expresa el Fundador del Premio, Fernando Rielo:

La música sacra es místico sentir del espíritu humano que expresa su filial comunicación con Dios, invocada en la más cualificada armonía que puede producir la técnica comunicativa del lenguaje musical.
El buen gusto, síntesis de la verdad, bondad y hermosura lleva al artista a hacer confesión por medio del talento o práctica musical de su mística unión con Dios. La música sacra es, por esta causa, más allá de toda lengua vernácula, verdadero lenguaje universal. El carácter sacro de la música sólo es posible en virtud de la condición constitutivamente mística del ser humano. Toda música es, en este sentido, sacra si el artista con primorosa exigencia moral evita los obstáculos que se ciernen sobre la pureza e inefabilidad de la inspiración.
La calidad de la música sacra, no reducida exclusivamente a lo cultual o litúrgico, consiste en la mayor evocación carismática que, con cultivada técnica ofrezcan a nuestra sensibilidad los más altos valores espirituales del ser humano.

Este Premio no se circunscribe a la música litúrgica propia de un credo determinado. Se dirige al compositor que vivencia la expresión musical desde su silencio interior, del que fluye —atraído por la transcendencia— su propio lenguaje.

La Sede de las tres primeras ediciones ha sido Roma; en la IVª edición, le ha correspondido el honor a Madrid. En todas ellas se ha mantenido una constante: la unión de la música vocal con la instrumental. El texto es el Padrenuestro en latín o la lengua que el compositor elija, para coro mixto y orquesta de cámara básica.

El Premio, dotado con 5.000 €, está dirigido a compositores de cualquier país sin límite de edad. La obra tiene que ser original, inédita y nunca interpretada en público, y de una duración entre 7 y 12 minutos.

El Jurado, compuesto por músicos de reconocido prestigio nacional e internacional, elige cuatro obras finalistas para ser estrenadas en concierto, tras el cual se proclama la ganadora, pudiendo otorgar menciones especiales a las otras obras finalistas.