EL COMPOSITOR FRANCÉS JEAN-CHARLES GANDRILLE, GANADOR DE LA X EDICIÓN DEL PREMIO DE MÚSICA SACRA FERNANDO RIELO

La obra “Tibi, Domine” del compositor francés Jean-Charles Gandrille (Francia – 1982) ha resultado ganadora del X Premio Internacional de Música Sacra Fernando Rielo.

El Fallo tuvo lugar el pasado viernes 24 de noviembre de 2023, en la Iglesia de San Jerónimo el Real en Madrid, siendo elegida por unanimidad por el Jurado.

En el acto, con gran afluencia de público, se interpretaron en estreno absoluto las obras, escritas para coro mixto y orquesta de cámara: “Tibi, Domine” de Jean-Charles Gandrille (Francia – 1982); “ArcaS” de Alfonso Romero-Ramírez (España – 1968); “Sacra Martirial” de Ruggero Laganà (Italia – 1956), y “Morir por Ti” de Francesca Idini (Italia – 1997), ejecutadas por la Orquesta y el Coro de cámara QNK Ópera de la ciudad de Cuenca, dirigidos por el maestro Ignacio Yepes.

Dichas obras fueron seleccionadas por el Jurado de entre todas las composiciones venidas de Alemania, Brasil, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Italia, México, Polonia y Venezuela.

Este Premio de Música Sacra se celebra cada dos años, y está dirigido a compositores de cualquier país sin límite de edad. En la presente edición el texto a musicalizar era una pequeña oración escrita en su adolescencia por Fernando Rielo llamada “Sacra Martirial”: “Te prometo, Señor, vivir y transmitir el Evangelio con el sacrificio de mi vida y de mi fama. Fiel al mayor testimonio de amor, morir por Ti”. La presente edición del Premio Internacional de Música Sacra se enmarca dentro de los actos conmemorativos por el Centenario del nacimiento de Rielo. El acto concluyo con una nueva ejecución de la obra ganadora

Jean-Charles Gandrille (Francia, 1982) es compositor, organista y pianista. Realizó sus estudios musicales en el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París. Ser compositor era su sueño de niño, tras escribir su primera composición a la edad de 10 años. Desde entonces no ha dejado de componer, siendo extensa la lista de sus obras, que abarca composiciones para órgano, piano, flauta y piano, soprano y piano, órgano y celo, etc.

A pesar de su juventud, desde el inicio su carrera ha obtenido numerosos premios y reconocimientos, tanto a nivel nacional como internacional, premios de composición, como organista, etc. Añadiendo ahora este X Premio Internacional de Música Sacra Fernando Rielo.

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PROCLAMADAS LAS CUATRO OBRAS FINALISTAS QUE OPTARÁN AL X PREMIO INTERNACIONAL DE MÚSICA SACRA FERNANDO RIELO

Morir por Ti” de Francesca Idini (Italia, 1997)

“Sacra Martirial” de Ruggero Laganà (Italia, 1956)

“Tibi, Domine” de Jean-Charles Gandrille (Francia, 1982)

“ArcaS” de Alfonso Romero-Ramírez (España, 1968)

Las cuatro obras finalistas, de calidad indiscutible, han demostrado una destreza técnica en sus autores puesta de forma creativa al servicio de la profundidad del texto, según el juicio del Jurado.

Han sido seleccionadas entre las 29 composiciones venidas de Alemania, Brasil, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Italia, México, Polonia y Venezuela.

El Premio, dotado con 5.000 €, está dirigido a compositores de cualquier país sin límite de edad. En esta edición el texto a musicalizar está inspirado en la Sacra Martirial, oración compuesta por Fernando Rielo. En castellano: «Te prometo, Señor, vivir y transmitir el Evangelio, con el sacrificio de mi vida y de mi fama, fiel al mayor testimonio de amor: morir por Ti»; o en su correspondiente traducción en el idioma escogido por el compositor.

El fallo del X premio Internacional de Música Sacra Fernando Rielo tendrá lugar el próximo mes de noviembre en Madrid, tras el concierto en el que se interpretarán por primera vez en público las obras finalistas.

El lugar y fecha concreta del concierto será determinado por la propia Fundación organizadora del Premio.

FALLADO El IX PREMIO INTERNACIONAL DE MUSICA SACRA FERNANDO RIELO

El compositor italiano Matteo Magistrali, ganador de la IX edición del

Premio Internacional de Música Sacra Fernando Rielo

El español Luis Meseguer Mira ha obtenido una Mención de Honor

El compositor italiano Matteo Magistrali con su obra Beati para coro mixto  y orquesta de cámara se ha proclamado vencedor del IX Premio Internacional de Música Sacra Fernando Rielo, dotado con 5.000 euros.Así mismo la obra“… porque serán consolados”, para coro mixto y orquesta de cámara de arcosdel compositor español Luis Meseguer Mira ha obtenido Mención de Honor.

El acto del fallo tuvo lugar en un concierto celebrado en la Parroquia San Miguel de los Santos de Madrid, el pasado 13 de noviembre, en el que se interpretaban por primera vez las cuatro obras finalistas:

“Beati” de Raffaele Esposito (Italia); “Beati” de Nicholas Gotch (Reino Unido); “Beati” de Matteo Magistrali (Italia);  y “… porque serán consolados” de Luis Meseguer Mira (España).

Las cuatro obras finalistas, fueron seleccionadas entre las 47 composiciones venidas de Alemania, Colombia, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Italia, Marruecos, México, Noruega, Reino Unido y Venezuela.

El Jurado de la presente edición del Premio estuvo compuesto por: Ignacio Yepes (presidente), compositor y director de orquesta; Alfredo Vicent, profesor del departamento de Música la Universidad Autónoma de Madrid y concertista de guitarra; José Antonio Esteban Usano, compositor y profesor del Conservatorio Profesional de Música de Cuenca; y Mª Victoria Rullán Miquel (secretaria), directora del Aula de Música de la Fundación Fernando Rielo. Todos ellos destacaron la gran calidad de todas las obras finalistas, que fueron muy aplaudidas en su presentación, así como la juventud de la mayoría de los compositores finalistas.

Las obras han sido interpretadas por la Orquesta de Cámara QNK.ÓPERA, conformada, en su mayor parte, por músicos conquenses, y dirigida por el maestro Ignacio Yepes.

El presente acto de proclamación y entrega del IX Premio Internacional de Música Sacra Fernando Rielo ha sido la primera actividad presencial que organiza la Fundación Fernando Rielo tras la pandemia.  Al mismo tiempo el concierto pudo ser seguido en directo a través de Youtube y  Facebook.

El galardón fue entregado, por el Presidente de la Fundación, p. Jesús Fernández, presente en el acto, quien tras felicitar al ganador y al resto de finalistas, les exhortó con sus palabras «a seguir por el camino marcado por el don recibido de la música para ayudar al necesitado ser humano a entrar en ese hermoso aposento de su alma porque, como sentencia Fernando Rielo, “El alma es música / que en el cielo comienza / …y en él culmina”.

El Premio, que se celebra cada dos años, está dotado con 5.000 €, y está dirigido a compositores de cualquier país sin límite de edad. El tema de esta IX convocatoria en el que se han basado las composiciones, que han de ser totalmente inéditas, ha sido:  “Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.” “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” (Mt 5, 5.9) para coro mixto y orquesta de cámara.

Breve reseña del ganador:

Matteo Magistrali (Varese – Italia, 1980). Su extensa formación musical incluye la ejecución de distintos instrumentos, canto coral, dirección coral e instrumental y composición. Ha estudiado en distintos afamados Conservatorios italianos y con los profesores:  Gabriel Manca y Sandro Satanassi. Ha participado en numerosos concursos obteniendo distintos premios entre los que cabe destacar el Primer Premio Internacional de Composición de ICC Japón en 1919. Cuenta en su haber con una gran cantidad de obras de forma especial para coro e instrumentales. En estos momentos es el director artístico del coro de la basílica de Gallarate (provincia de Varese), y forma parte de múltiples actividades relacionadas directamente con la música.

Breve reseña del autor distinguido con la Mención de Honor:

Luis Meseguer Mira (Granollers – España, 1995) La formación musical de Luís Meseguer se concretó en el Conservatorio Municipal de Música de Barcelona y en la Escuela Superior de Música de Cataluña ( ESMUC). Su actividad musical es múltiple y abarca distintas áreas. Llama la atención su deseo de aplicar la música para despertar en las personas su esencial deseo de ayudar a los demás, como se propone en su obra Tomorrow.

Gabinete de Comunicación

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Mensaje del presidente

     MENSAJE DEL PRESIDENTE 

D. JESÚS FERNÁNDEZ HERNÁNDEZ

AL IX PREMIO INTERNACIONAL DE MÚSICA SACRA FERNANDO RIELO

Madrid, 13 de noviembre de 2021

Señoras y señores:

Saludo al Maestro Ignacio Yepes, compositor y director de orquesta y Presidente del Jurado, a los demás miembros del Jurado: Alfredo Vicent, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y concertista de guitarra; José Antonio Esteban Usano, compositor y profesor del Conservatorio Profesional de Música de Cuenca; y Mª Victoria Rullán, Secretaria del Jurado y Directora del Aula de Música de nuestra Fundación; a los cuatro finalistas —Raffaele Esposito (Italia), Nicholas Gotch (Reino Unido), Matteo Magistrali (Italia) y Luis Meseguer Mira (España)— seleccionados entre los 47 compositores, procedentes de Alemania, Colombia, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Italia, Marruecos, México, Noruega, Reino Unido y Venezuela.

Saludo, asimismo, a todos los presentes y, en especial, a los que han intervenido en la realización de este IX Premio Internacional de Música Sacra, establecido por Fernando Rielo, consciente de la enorme crisis que, en general, acucia al arte religioso y al arte auténticamente humano en la sociedad contemporánea.

La crisis del arte, de la que no escapa la música y con ella la música sacra, viene acompañada —según común sentir— por la crisis del pensamiento y la crisis de la práctica religiosa. Sin embargo, ahí está el ser humano, con sus preocupaciones, sus miedos, sus fracasos y sus éxitos, capaz de amar y de hacer el bien, capaz de buscar la verdad, la belleza y la unidad, capaz de compasión y solidaridad en las desgracias que agobian a otros semejantes, sobre todo en estos tiempos de pandemia. Pero el hombre es siempre un ser insatisfecho de lo que hace, siempre intentando asumir o dar sentido al dolor y a la muerte que observa como algo inexorable. La anestesia que le produce un cierto pensamiento débil o relativista, el escepticismo y el hedonismo, nunca podrán borrar su sed de transcendencia y su apertura a la infinitud de un Padre celeste que, amante, siempre le espera y quiere hacerle partícipe de sus inefables bienaventuranzas: convertir las lágrimas del dolor en místico consuelo y transformar la violencia y agresividad del mal en la paz del corazón de quienes, siendo sus hijos, se hacen sus hijos, porque el Verbo les dio poder “de hacerse hijos de Dios” (Jn 1,12).

Recordemos que existen y coexisten, desde tiempos inmemoriales, la “música litúrgica” y la “música religiosa”. La música litúrgica por excelencia ha sido durante siglos el canto gregoriano con el que han competido los ritos orientales y, de modo especial, los occidentales como el vétero-romano, ambrosiano, beneventano, galicano y mozárabe. Esta música litúrgica y religiosa ha aportado valores extraordinarios a la música universal.

Pero, ¿qué es, en realidad, la música sacra según Fernando Rielo? Primero debemos señalar que la música litúrgica y la música religiosa poseen los siguientes caracteres: profético, religioso, litúrgico, cultual, comunitario, cultural. Sus formas musicales son numerosísimas: la Misa, el Réquiem, el Te Deum, el Magníficat, el Stabat Mater, el Oratorio, la Cantata, el Motete, el Salmo, el Himno o el Villancico, entre otras. Destacamos composiciones conocidas como la Missa Solemnis de Beethoven, el Te Deum de Berlioz, el Magnificat de Bach, el Stabat Mater de Pergolesi, los Réquiem de Mozart y de Verdi, el Mesías de Händel, o el Gloria de Vivaldi.

Ahora bien, las propiedades que hemos destacado, y que se encierran, de algún modo, en estas clásicas e inmortales composiciones, vienen potenciadas e incluidas en la concepción mística de la música. Toda música es mística si atendemos a su calidad y universalidad, que residen en la potenciación, aceptación y diálogo. Fernando Rielo afirma que «La música sacra es místico sentir del espíritu humano que expresa su filial comunicación con Dios, invocada en la más cualificada armonía que puede producir la técnica comunicativa del lenguaje musical […]. Toda música es, en este sentido, sacra si el artista con primorosa exigencia moral evita los obstáculos que se ciernen sobre la pureza e inefabilidad de la inspiración».  

Solo el carácter místico, escondido en el misterio de la unión de Dios y el hombre, define la música sacra como acción teantrópica, esto es, expresión estética, por medio del talento o práctica musical, de la acción de Dios en el ser humano con el ser humano.

El Premio Internacional de Música Sacra, apreciando los cánones de la música litúrgica y religiosa, quiere ir más allá, al fondo del corazón del hombre donde toda música, antes de realizarse en sálmica, hímnica, coral o polifónica, es el mismo hombre unido a Dios. No existe ser humano que no posea constitutivamente este “religare”, este unitivo, cuyo término si no es Dios, es —lamentablemente— un sustituto de Dios: un ídolo o una proyección que le oprime, quitándole el ontológico o espiritual oxígeno que necesita para ser persona entre personas.

El ser humano es, ineluctablemente,  un ser místico —lleno de misterio— que, en palabras de Fernando Rielo, viene definido por una constitutiva presencia de Dios que lo inhabita y le otorga su místico patrimonio de hijo. Solo este Padre celeste, lejos de cánones estrechos o de insoslayables prejuicios, es capaz de infundir en el artista la inspiración de una belleza divina para expresar creativamente la unión íntima del ser humano con el Absoluto. «La calidad de la música sacra —afirma Fernando Rielo—, no reducida exclusivamente a lo cultual o litúrgico, consiste en la mayor evocación carismática que, con cultivada técnica, ofrezcan a nuestra sensibilidad los más altos valores espirituales del ser humano».

La música, como todo arte, es comunicación. Pero lo importante en el arte no es lo que se comunica, sino la forma cómo se comunica. La música comunica la vivencia interior mediante el silencio y el sonido, el ritmo y la melodía, pero no se reduce a estos. La música es tensión entre espacio e inmensidad, entre tiempo y eternidad porque Dios, que es inmenso y eterno, entra en el espacio y el tiempo para comunicarse con el ser humano. Dios es música absoluta que, en “silencio sonoro”, como viene a decir Fernando Rielo, desciende al espacio y tiempo para transformar al hombre en música de Dios.

La música debe ser primordialmente ecuménica. Es “casa común” de todas las religiones, mentalidades y culturas; es el verdadero ecumenismo, que se encuentra en el místico patrimonio de un espíritu, dispuesto a recibir la plenitud de la inspiración. Según Fernando Rielo, podemos saber que esta plenitud es auténtica por las siguientes notas: la potenciación del amor y nunca la reducción por el egoísmo; la inclusión del convivium y nunca la exclusión por el individualismo; el diálogo de la comunicación y nunca el monólogo de la rigidez por la intransigencia o fanatismo. La potenciación del amor asume el sacrificio, el servicio, el perdón; la inclusión del convivium es ágape, convivencia, fiesta, celebración; el diálogo de la comunicación es escucha, atención, aceptación, enriquecimiento.

Debo afirmar, finalmente, que Cristo es el músico por excelencia que, acompañando a los discípulos en los himnos (Mt 26,30), revela a la humanidad que su Verbo es música y fuente musical que da vida al espíritu. Su Palabra constituye la celestial música que solo un oído enamorado puede cincelar en mística música sacra. Podemos así afirmar que, si el hombre es música de Dios, Dios es música del hombre.

Mi felicitación a los autores de las obras finalistas, y de modo especial al ganador de este Premio. Les invito a seguir por el camino marcado por el don recibido de la música para ayudar al necesitado ser humano a entrar en ese hermoso aposento de su alma porque, como sentencia Fernando Rielo, «El alma es música / que en el cielo comienza / …y en él culmina».

Un cordialísimo saludo a todos los presentes.

Fdo.: P. Jesús Fernández Hernández

                        Presidente

Memoria de la convocatoria de la VIIIª edición del Premio Internacional de Música Sacra Fernando Rielo

Sebastian Mariné (Granada-España) gana el VI Premio Internacional de Música Sacra Fernando Rielo

El granadino Sebastián Mariné ha sido proclamado vencedor de la VI edición del Premio Internacional de Música Sacra Fernando Rielo. El fallo tuvo lugar inmediatamente después del concierto celebrado en la Basílica Parroquia de Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa de Madrid, este viernes 30 de octubre, donde se interpretaron las tres obras finalistas.

En esta ocasión el texto a musicalizar era el Ave María, en su versión latina, con el breve añadido del final de esa plegaria mariana: “ora pro nobis peccatoribus ut santi simus” según la aportación de Fernando Rielo y la Doxología de la Santísima Trinidad o Glorificación del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Fueron asimismo distinguidos con Mención de Honor las obras finalistas de los compositores D. Juan de Dios Ramírez Higueras (Los Villares, Jaén – España), y D. Francisco Gil Valencia (Granada, España)

A decir del Jurado, los tres finalistas, han dado pruebas de un alto nivel, en cuanto al arte y la técnica de la composición, puestas al servicio de la musicalización de un texto religioso, requiriendo la penetración profunda de su significado por parte del compositor, para poder expresar su íntimo sentir: el espíritu de la música sacra, según la concepción del creador del Premio, Fernando Rielo. 

El Jurado lo integraba: D. Ignacio Yepes Szumlakowski, Compositor, director de orquesta, profesor del Conservatorio de Cuenca y Presidente del Jurado de este Premio; Dª. María Rosa Calvo-Manzano, compositora, concertista de arpa y catedrática del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid; D. Miguel Ángel Tallante Pancorbo, organista, cembalista y compositor. Fundador y director del grupo Pro Mvsica Antiqva de Madrid; D. Alfredo Vicent López, concertista de guitarra, profesor del Departamento de Música de la Universidad Autónoma de Madrid, y Dª. María Victoria Rullán Miquel, especialista en Pedagogía Musical, directora del Aula de Música de la Fundación Fernando Rielo y Secretaria del Premio.

El Premio internacional de música sacra Fernando Rielo, que se celebra cada dos años, comenzó su andadura en Roma, teniendo continuidad en Madrid, donde se han fallado las tres últimas ediciones. Su objetivo fundamental es promover la música sacra contemporánea invitando a los compositores a expresar la honda vivencia espiritual con la trascendencia que como seres humanos poseen. Esta vivencia que late dentro de su ser impregna su lenguaje, en este caso musical, y se convierte en manifestación de su íntima relación con el Ser Supremo.
En las propias palabras de Fernando Rielo: “La música sacra es místico sentir del espíritu humano que expresa su filial comunicación con Dios, invocada en la más cualificada armonía que puede producir la técnica comunicativa del lenguaje musical”.

Sebastián Mariné (Granada, 1957). Cuenta en su catálogo con más de ochenta obras estrenadas por prestigiosos solistas y orquestas. En 2002 su Missa para coro a capella fue galardonada con el Primer Premio en el Concurso de Polifonía Religiosa de la Comunidad de Madrid. Ha compuesto numerosas bandas sonoras de películas españolas y encargos de Instituciones musicales y Festivales. Como concertista de piano ha ofrecido recitales o conciertos con orquesta por toda la geografía española además de por Europa, Asia y América. Ha estrenado obras de cerca de un centenar de compositores contemporáneos. En la actualidad es director de la Orquesta de cámara SIC y profesor en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y en la Escuela Superior Reina Sofía.

El compositor murciano José Adrián Viudes Méndez ha sido galardonado con el V Premio Internacional de Música Sacra Fernando Rielo

fotoviudes En un solemne acto celebrado en la Iglesia de la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE, el compositor murciano José Ádrián Viudes Méndez, con su “Credo para coro y orquesta de cámara”, ha sido galardonado con el V Premio Internacional de Música Sacra Fernando Rielo, dotado con 5.000 euros. La compositora Mª Concepción Lebrero ha obtenido una mención de honor, y el tercer finalista, el joven polaco de 20 años, Wojtek Michno, ha recibido una felicitación por la calidad de su obra.

 

El jurado ha estado integrado por: el compositor y director de orquesta Ignacio Yepes, como Presidente; la catedrática y concertista de arpa María Rosa Calvo Manzano, el organista, cembalista y compositorMiguel Ángel Tallante Pancorbo; el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y concertista de guitarra Alfredo Vicent López, y la Secretaria del jurado, María Victoria Rullán Miquel, Directora del Aula de Música de la Fundación Fernando Rielo. Previamente al fallo, el jurado subrayó que “las obras finalistas eran las de tres grandes maestros de tres generaciones distintas (1937, 1955 y 1992), con un alto nivel, en cuanto al arte y la técnica de la composición, y en cuanto a su sensibilidad espiritual.

Las obras han sido interpretadas por el Coro Koiné Ensemble y la orquesta de cámara Camerata del Arte, dirigidas por el maestro Ignacio Yepes. El texto para esta quinta edición, a la que se han presentado una veintena de obras, llegadas desde Alemania, Argentina, Austria, Chile, España, Holanda, Polonia y Reino Unido, ha sido el del Credo – Símbolo de los Apóstoles, para unirla a las iniciativas que, dentro del Año de la Fe a punto de finalizar, se están llevando a cabo en todo el mundo. La convocatoria ha contado con el patrocinio del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.

 En el mensaje que dirigió el Presidente de la Fundación Fernando Rielo afirmaba que “la música sacra, supuesto el dominio de la técnica, debe caracterizarse –según Fernando Rielo– por expresar, estéticamente, tres elementos fundamentales: la presencia divina, la fiesta o ágape y el diálogo o comunicación. La verdadera música sacra no se da en un abstracto y cómodo sentir, sino en la realidad cotidiana del vivir entre llanto y sonrisa, sufrimiento y alegría, que manifiestan el sagrado fruto del sudor de la frente. La concientización de la presencia divina que da unidad, dirección y sentido al dolor del amor se transforma, mediante la expresión musical, en diálogo o comunicación, en fiesta o ágape”.

Sólo el carácter místico, escondido en el misterio de la unión de Dios y el hombre, define la música sacra como acción teantrópica, esto es, expresión estética, por medio del talento o práctica musical, de la acción de Dios en el ser humano con el ser humano. Para ello, compositor y artista deben “con primorosa exigencia moral, evitar los obstáculos que se ciernen sobre la pureza e inefabilidad de la inspiración”.

Este premio, creado por Fernando Rielo, tiene como objetivo promover la música sacra contemporánea. Invita a los compositores a expresar su honda vivencia espiritual o transcendente, por medio de un lenguaje que es expresión manifiesta de la íntima relación del hombre con el Ser Supremo, sin circunscribirse a la música litúrgica propia de un credo determinado.